O bien pudimos haber sido parientes, o amigos de toda la vida. Pudimos habernos cruzado mil veces en un subte, o caminado a la par por las calles mugrosas de esta ciudad. Pudo el tiempo habernos hecho cruzar tanto que hubiera sido necesaria algún tipo de presentación. Pudo la vida golpearte la cabeza con un mazo y que yo fuera tu doctor, pudo la vida haberme enviado a tu consultorio; pudo el destino juntarnos en mil formas distintas.
Solo sé que nos cruzamos como nos cruzamos, que somos los que estamos y los que no están, eligen no estar.
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