martes, 30 de noviembre de 2010

El triple filtro...

En la Antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día, un conocido se encontró con el gran filosofo y le dijo:

-¿Sabes, Sócrates, lo que acabo de oír sobre uno de tus discípulos?

-Antes me gustaría que pasaras la prueba del triple filtro. El primero es el de la Verdad. ¿Estas seguro de que lo que vas a decirme es cierto?- contestó Sócrates.

-Me acabo de enterar y...

-... o sea que no sabes si es cierto. El segundo filtro es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno sobre mi discípulo?-

-Todo lo contrario.- replico el conocido.

-Con que quieres contarme algo malo de él y sin saber si es cierto. No obstante podría pasar el tercer filtro, el de la Utilidad, ¿me va a ser útil?

-No mucho.

-Si no es ni cierto, ni bueno, ni útil, ¿para que contarlo?

lunes, 29 de noviembre de 2010

No entiendo, te lo juro con el corazón, con el alma. No entiendo. No entiendo de que manera quererte para que me quieras, no entiendo que tengo que hacer para que me dejes ser, para que me dejes respirar. Necesito aire, necesito que tu abrazo no me asfixie, que tu beso no me ahogue, que tu cariño no sofoque.
De alguna manera te las arreglas para que siempre sea yo el equivocado, el enfermo, el malo. Me apuñalan tus comentarios, tus cuestionamientos, tus criticas. Me pregunto, si yo te criticase lo mismo que vos a mi, ¿que dirías al darte cuenta que tengo mas razones para hacerlo que vos?
El corazón, escondido en un rincón en el pecho, te ve llegar y sufre, le agarra taquicardia. En parte porque sabemos lo que se viene, en parte porque siempre hay un factor sorpresa en tus reclamos.

Que rara manera de amarme, que clásica manera de ignorar lo mal que la pasa tu mente estando sola, que común forma de alejarme y evitar que te ame.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Pido mas...

Pido mas porque me merezco un poco mas. Un poco mas de todo, un poco mas de todos. Un poco mas de respeto tal vez, respeto por lo que soy y quiero, por lo que hago y digo, incluso cuando no coincidan; por lo que siento y necesito, aunque tengas que sacar los ojos de tu ombligo. Un poco mas de distancia, porque a veces el amor que me brindan es mas asfixiante de lo que es profundo, mas invasivo de lo que es autentico. Un poco mas de reconocimiento, porque no soy un factor que debieran dar por sentado, y no obstante suelen hacerlo.

Pido mas porque lo merezco, pido mas porque quiero mas. Pido mas porque las migajas ya no son suficientes. Pido mas.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Pese a quien le pese...

Ayer cuando renuncié a mi ser belicoso no medí lo que perdía en función de lo que iba a ganar. Me pareció una noción demasiado económica y de muy poco corazón, así que decidí no inferir. Perdí mucho, me perdí. Perdí una parte troncal de mi, costó recuperarla, costó recuperarME.
Peor aun, sabiéndome en la cola para cobrar esas promesas que hicieron con tal que yo acallase eso mas distintivo de mi. Entregándoles mi color mas definitivo, mas mío, entré en la vorágine de recibir de sus golpes los peores. Humillación, faltas de respeto. Sucio, estaba sucio. Y todo me lo hice yo, todo a mi. Yo acepte, yo accedí, y el resto es responsabilidad mía. Yo los dejé. Ustedes simplemente se acomodaron, se sentaron cómodos, pisotearon todo lo que había para pisotear y pidieron mas, siempre insaciables. Siempre piden mas, nunca soy suficiente, siempre encuentran algo que vaciar.
Y así, como si nada, epifanicos como son los cambios que significan; volví. Volvió un día a tocar a la puerta de mi mismo ese que me permití dejar atrás. Vino sin reproches, tiene marcas en la cara, marcas de agua salada. Viste de blanco, todo de blanco, bien como nos gusta. Porta una pulsera en la mano izquierda, una tobillera en la pierna derecha y un colgante nuevo. Sus ojos brillan, llenos de certeza, de esperanza. Tiene la barba recortada, porque nunca nos gusto afeitarnos; y el pelo relativamente despeinado. No parece importarle. En su alma hay cicatrices de lo que pasó, de todo cuanto dolió, de cada segundo que murió esperando al siguiente, de cada amor que concluyo dando paso al futuro, de cada amistad que quedó inmaculada en el recuerdo. Está descalzo, bien en contacto con la tierra que pisa; pero ambos sabemos que sigue con su mente aferrada fielmente a las nubes. Es el mismo, pero con este toque tan extrañamente distinto. Si no lo conociera mejor, diría que no soy yo. Lo que mas me llama la atención es como sonríe al verme. Sonríe sin miedo a que su sonrisa no sea fotogénica, sonríe como si estuviera orgulloso de lo mucho que aprendí, sonríe agradeciendo que lo pude traer de vuelta acá, a casa.
Corre la brisa, se acerca con su mochila colgada, siempre de un solo lado, el izquierdo. Los dos, eternamente zurdos. Me despeina un poco, me abraza y ambos desaparecemos, nos fusionamos, pero ya hay mas de el que de mi, como debe ser.
Hoy vuelvo, hoy vuelve... volvemos a reclamar nuestro lugar, lo que nos corresponde. Volvemos sin reproches, pero con la firme decisión de que nos dejen ser, de que no pase mas lo que pasó, de que nunca mas renunciemos a nosotros por los otros. Hoy, firmes y seguros, valientes y plantados, mas grandes y adultos, venimos para cambiar lo que está mal, para reubicar lo reubicable, reciclar lo reciclable y desechar lo desechable. Hoy volvemos, pese a quien le pese.

Observo...

Veo como se termina el amor y me pregunto, ¿fue amor o locura adolescente? ¿hasta que punto entendemos el amor? ¿fue amor si se acabó? ¿deja de serlo por ello? ¿es solo si no concluye? ¿hay amor concluso de forma pacifica? Es increíble como de lo ultimo que nos acordamos es de lo bueno del principio. Toda pareja irradia algo indescriptiblemente hermoso al comenzar su relación. No se si es que con el paso del tiempo uno se acostumbra a esa tonalidad energética o que la misma va bajando, hasta evaporarse completamente. Si se que llegando al final, jamas revolvemos esa parte del baúl, jamas miramos atrás y reconocemos que todas las sonrisas del camino son gracias a el "nosotros" que formaron dos egos aleatorios. Es difícil reconocer lo positivo cuando no nace de una creación totalmente propia.
La muerte del amor entre dos seres deja en el espacio una sensación muy particular, muy parecida a la muerte de una estrella. La conclusión de un amor deja a su paso un gran vacío, muy análogo al que deja una estrella al desaparecer. Donde antes estrella, hoy agujero negro; donde antes amor, hoy desesperanza.
Y yo, observo y sufro el vacío como si fuera mio.

martes, 23 de noviembre de 2010

...hacia "no se donde"...

Podría decir las cosas que mas te hieran, podría desubicarme y reprocharte cuanto error recuerde, podría ésta noche mientras te atiborras de alcohol ir a buscarte y cantarte las verdades con el mismo ímpetu con el que vos criticas mi vida. Podría hacerte daño, podría abandonar la idea idiota de la aceptación y entender que vos no sabes como se hace. Podría dejarte atrás, para que te hundas en tu gran vacío, en tu ser hipócrita, lleno de obligaciones que matan sus sueños, lleno de ira que te impide avanzar, lleno de envidia, verde como el mas asqueroso de todos los vómitos de dibujo animado.

No obstante, me basta con la felicidad de la que disfruto y sigo tratando de compartirla con vos. Vale aclarar sin embargo, que esperare no por siempre que decidas disfrutar conmigo. Algún día, daré la batalla por perdida y me iré por donde vine hacia "no se donde".

lunes, 22 de noviembre de 2010

Consagrados en el mas asqueroso de los egoísmos...

Viviendo pendientes de sus obligaciones miran con desprecio mi vida. Si no los conociera mejor, si fueran gente que conocí accidentalmente en una fiesta, "alguienes" que el mundo cruza al azar, diría que son celos lo que tienen, diría que sufren de las mas verde de las envidias. Pero no es así. Sí los conozco, y de hace ya mucho tiempo. El suficiente creería uno (creo yo) para que se alegren conmigo de mi felicidad, de mi bienestar. Lo suficiente tal vez para que puedan olvidarse un momento de eso que aqueja sus vidas y vean mi brillo, mi sonrisa, tan solo por un ratito. Sin embargo, me da la sensación que en todo este tiempo fui yo el que estuve con ellos y no ellos conmigo. No saben nada de mi, no me respetan, y no lo reprocho, no hasta ahora. Yo tampoco sabia como respetarme, el auto-ultraje es tal vez uno de mis mayores crímenes, pero ya pagué mi deuda conmigo, ya estuve encerrado en la cárcel mas oscura que mi mente pudo crear, ya estuve frente a mis mayores temores y les saque la lengua (no sin permitir que mis piernas temblaran y mi corazón sufriera horrores). Yo ya me castigué y descubrí que castigándome seguía cometiendo el mismo error, delinquiendo contra mi persona.
Es largo el aprendizaje, es largo y renovador, pero también duele. Duele porque descongela las estructuras mas arraigadas, les da movilidad, les provoca mutaciones, les exige cambio. Y yo cambié. Y no solo eso, ahora también tengo que probarlo, tengo que demostrar que cambié, tengo que demostrar que puedo aplicar lo que aprendí, tengo que vivir feliz. Y no TENGO, sino que QUIERO.
Nada me detiene, aunque a veces cuando contemplo las situaciones de mi vida, los cuestionamientos que se me plantean desde aquellos que tácitamente me prometen un amor incondicional; y no puedo evitar pensar en cuan equivocado viví y por cuanta cantidad de tiempo. Es mucho de ambas, de tiempo y de yerro.
Y mientras los escucho hablar, mientras veo como desaprueban todo lo que hago; me da un morbo de seguir haciéndolo y cada vez mas, para que lo vean, para que se mortifiquen mas. Diría que me divierto, aunque aseguro que no siempre. Por momentos trato de explicarles que no vivo como ellos, que no vivo en el "deber ser", en la obligación de hacer. No lo entienden. No lo entienden porque han vivido sus vidas enteras así, ¿como explicarles ahora que hay algo distinto? No pretendo, ni pretendería nunca que entiendan como vivo, ni que copien mis pasos y adopten mi ideología, pero si pretendo (y es mas, EXIJO) respeto. Respeto por lo que me pasa, por lo que siento, por lo que estoy viviendo y, por sobre todo respeto por mi.
Y lo exijo con el mismo ímpetu con el que ellos, consagrados en el mas inmundo de los egoísmos no me dejan ser y luchan una batalla contra mi sin que yo este presente. Lo exijo y tal vez, solo tal vez, con mas derecho que ellos incluso.

martes, 16 de noviembre de 2010

Desplazamientos...

Hoy charlando me preguntaron que rol cumplo actualmente en la vida de mi gente. Sería raro contestar una pregunta así, pero viniendo de una de nuestras conversaciones, viniendo de una de ESAS conversaciones, resulto natural, fluido. Hoy no sé definirlo. De hecho, creo que esa es la respuesta. Indefinido.
Se decir que estoy para quien quiera que esté, pero no para nadie antes que para mi. Se contarte lo que pasa en mi vida, si significo lo suficiente como para que preguntes y escuches (y escuches de verdad). Se aconsejarte si es el rol de consejero el que me querés dar, se divertirte si querés que te robe sonrisas, se hacer lo que quieras que haga, pero no me traiciono por cumplir tus caprichos. Ya no. Nunca mas.
Se que soy feliz, que estoy viviendo un momento de mucho respeto a mi mismo, de muchos deseos realizados y muchos otros en proceso. Hoy hay personas que se acercan a mi realidad y me muestran quienes son en verdad, me muestran facetas desconocidas de viejos y queridos amigos, me muestran crisis y oscuridad en almas de las que mucho he aprendido, revelan ante mis ojos la gran luz que emana mi corazón y el camino para mantener esta gran felicidad.

Y es entonces que pienso, si mi cambio me desplazó y alguien ocupa mi antiguo lugar... ¿será tiempo de redefinir roles o de migrar a otros?

Alice Cary

True worth is in being, not seeming;
in doing, each day that goes by,
 some little good, not in dreaming
of great things to do by and by.
For whatever men say in their blindness,
and spite of the fancies of youth,
there is nothing as kingly as kindness,
and nothing as royal as truth.

Una nueva amistad...

Necesito de vos eso que no creí necesitar. Hace cuatro años te di las riendas de mi vida, te dejé decidir por mi. Yo era peligroso en el momento, yo no sabia que hacer e hice lo que me dijiste que hiciera. Hoy volví, hoy te puedo decir que me curé. No fue enteramente un producto de tu ayuda, pero no puedo negar que fuiste el primer paso. Hoy te vuelvo a necesitar, pero no para decidir por mí. Hoy necesito que nuestro vinculo evolucione, crezca, cambie. Hoy necesito una amistad distinta de la que me venís dando hace cuatro años. Necesito una amistad que se ajuste a este yo curado. Te agradezco y te quiero de mi lado.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Tu derecho a reproche...

Mientras me hablas de tu decepción me pregunto si te das cuenta de las cosas que decís. ¿Te das cuenta que me hablas de TU decepción? ¿Te das cuenta de la injusticia que eso representa? ¿Donde quedaron tus promesas? ¿Donde quedaste vos? ¿Que soy yo? ¿Que es lo TAN importante que me perdí? ¿Por qué lo tuyo es lo único importante? ¿Vos te das cuenta de que no sabes absolutamente nada de mi y no me quejo? Y todavía tenes la cara para reprocharme. No encuentro manera de que escuches lo que digo, lo que hablo, lo que me pasa; pero te crees con derecho a reproche. Lo tuyo es intachable hipocresía. Así como suena, sin eufemismos. HIPÓCRITA, ni mas ni menos.

De mi lugar y el suyo...

Mientras todos conversaban de sus cosas él los observaba, absorto en una gran duda que se le presentó hacía no mas de un mes. Los miraba y trataba de entender que hacían ahí, rodeándolo, haciendo de cuenta que lo quieren, que él significa algo para ellos. Los veía discutir, gritar, llorar, reír, conversar, juzgar. ¡Cuanto juzgaban! ¡Y cómo! Si no los conociera bien, diría que son mala gente; y ya hasta de esa certeza dudaba. Se miraba a si mismo, miraba y trataba de ubicar, no solo el lugar que ellos ocupaban en su vida sino también el que él ocupaba en la de todos ellos. Todos ellos como grupo, cada uno por separado; y la respuesta era la misma: un florero. Un objeto ornamental. Eso era. Un lindo florero, que adorna una mesa, donde todos discuten sobre la vida de los demás para escaparse de los problemas propios. ¡Que asqueroso! ¡Que indecente! No, que inhumano. Inhumano era la palabra. O tal vez, mas triste aun, ¡que humano! ¡que clásico!
"¿Es acá donde querés estar?" Retumbaba en su mente cual filosa navaja, despuntando una jaqueca insoportable. "La respuesta es que sí, eso lo sé bien. Lo que no se es si acá es donde tengo que estar". La respuesta era peor que la pregunta, no solo no contestaba contundentemente sino que también abría un interrogante peor.
De pronto, un momento epifanico, una respuesta que siempre estuvo ahí surgió. Siempre estuvo presente, pero nunca sirvió para contestar ninguna pregunta. ¿Será que siempre hacía la pregunta errada a propósito o era todo una casualidad filosófica? Asi, de repente, de sopeton y sin avisar la respuesta resultó obvia. Si la pregunta es tan concreta y su respuesta no es tenaz, probablemente no era ese el lugar, no era ese SU lugar, no era esa su gente.
Se levantó, tomó la decisión enseguida. Todos hicieron silencio ante lo repentino de su accionar y voltearon a mirarlo. Le causó gracia que le prestarán atención cuando hay algo irregular en él pero no en su cotidianidad. "Me voy", dijo. Sin mas explicación encaró la puerta. Antes de llegar, uno de ellos se interpuso entre el afuera y él, exigiendo explicaciones. "Ya no soporto no ser por pertenecer, no me aman por quien pretendo ser ni por quien soy."
Y contra toda predicción, ellos entendieron y lo liberaron. Mientras caminaba recordó con cariño lo bueno de eso tan malo, valoró el aprendizaje y continuó caminando. Eterno caminante, eterno soñador, eternamente libre.