viernes, 14 de diciembre de 2012

Un adiós no es suficiente para el que no lo merece

Mirando fotos, mirando libros, revolviendo entre recuerdos viejos me hallé borrado. Hay un episodio de mi vida que ha sido sistemáticamente borrado, voluntariamente aniquilado, dolosamente ignorado... cual si yo nunca hubiera existido.

Pienso, un adiós no es suficiente para el que no lo merece... ¿pero no merecerlo, y ni siquiera recibirlo?

Veo lo fundante del abandono para mi, lo difícil de soportar y lo paradójico de volverme soporte para encontrar un lugar en el mundo. Creo en la felicidad, creo en los sueños, soy humano, creo en nuestras virtudes y en la potencia de los deseos. Soy humano, producto de una historia, de una estructura, de un amor (o varios), de un encuentro. Soy una historia, y fui parte (no grande, pero si parte) de otras historias. Verme borrado de algunas de ellas me causa tristeza. Siento que la borradura es negar, es olvidar, es infantil. Solo viendo hacia atrás podemos crecer hacia el futuro. Ver no es quedarse, no es estancarse. Ver es considerar lo previo y hacer algo superador.

Yo logré hacer algo superador, aunque aun me duela la borradura... no se vos. A diferencia mía  vos si mereces un adiós.