martes, 13 de noviembre de 2012

Evaluemos...

Evaluemos... evaluemos siempre. Evaluemos que hacer a cada momento. Evaluemos que pensar antes de pensarlo y que sentir para que el pensar no joda. Evaluemos las formas. Las formas en tanto contacto con el otro y las formas formales. Evaluemos si va sangría, justificado, con negrita y subrayado. Evaluemos la letra. Evaluemos el carácter. Evaluemos reglas. Evaluemos las condiciones que ponemos para que nos amen. Evaluemos la distancia que ponemos y pongamos mas. Evaluemos lo que son los otros. Evaluemos lo que somos. Evaluemos los objetivos. Evaluemos las amistades. Evaluemos la creatividad (no sea que se salga del curso normal de pensamiento). Evaluemos el cansancio, hasta el cansancio, por el cansancio y sin descansar. Evaluemos la evaluación.

Y luego de haber evaluado todo, te pregunto: ¿de que te sirvió? Al final de una evaluación, los datos fríos que te otorga nunca se comparan con la calidez de lo humanamente espontaneo.

Vos, si queres y te queda vida, segui evaluando. A mi, dejame la emoción.