Hoy mientras caminaba por la calle pasé cerca de una señora y un nene chiquito, de no mas de cuatro años. No pude evitar escuchar una frase que me dejó pensando. "Vos sabes lo que es bueno y lo que es malo, sabes diferenciar lo que tenes que hacer de lo que no". Lo decía con voz de sargento, mirada fija, ceño fruncido y actitud acusadora.
Me recordó momentos horribles de mi infancia y un par de no tan infante. La frase me dejó un gusto muy amargo y me abrió una gran pregunta: ¿lo sé? Es peculiar como esa frase que parece muy nimia y común en la jerga parental incluye un peso con el que podemos cargar el resto de nuestras vidas. Es probable que cuando un adulto lo dice no se pone a pensar, como yo, en el significado que tiene en si la frase, ni mucho menos como repercute en la mente del chico.
Lo que me resulta peculiar es como un adulto puede decir semejante cosa a un niño pequeño sin admitirse a si mismo el grado de hipocrecia que ello representa. Es decir, un adulto que se considere como tal debe haberse encontrado en sus años de vida con aunque sea UN predicamento que invalide la frase. Alguna vez como adulto debió haberse cruzado con una situación en donde lo bueno y lo malo se mezclan y conviven, donde pelean por su lugar en tanto fuerzas opuestas y enfrentadas. Debió haber vivenciado en la vida algo que fuera "relativo", cosas que no son del todo buenas, pero no por eso malas; y viceversa. ¿Como incluimos esto en la frase rectora de un padre? ¿Como incluimos la relatividad de las cosas en la crianza del niño?
Lo primero que se me vino a la cabeza cuando escuche a esta mujer decir lo que decía mientras su educando agachaba la cabeza fue: ¿sabe usted diferenciar lo bueno de lo malo y tomar una decisión, llamemosle, "correcta"? ¿le es fácil? Cuando lo que conviene esta mal y lo que no conviene esta bien; cuando el camino es mas largo si hacemos las cosas "como corresponde", ¿no se siente tentada por lo fácil? ¿Todo lo positivo esta bien y todo lo negativo esta mal? ¿Como introduce usted a su hijo en esto que no es mas que lo que plantea la realidad en la que vivimos?
Tal vez me responderán los moralistas que incluso cuando el camino es mas largo, es mejor tomar las decisiones que "están bien", las que responden a las "buenas costumbres". Yo voy mas allá. Yo me planteo el problema de insertar a un niño en la vida con pautas establecidas e inamovibles de lo que es "bueno" y lo que es "malo" y que tiempo mas tarde el mundo le muestre la necesidad de aceptación de un otro, incluso si estuviera este fuera de esas cajitas cerradas, perfectas, impecables e invariables donde habitan los conceptos del "bien" y el "mal". ¿Que pasa cuando el mundo incluye en las buenas costumbres la aceptación a todos indiferentemente del sexo, raza, nacionalidad, estrato social, estado civil y sanitario, profesión, orientación sexual, etc? Doy un paso más y pregunto, ¿que pasa cuando las buenas costumbres incluyen la aceptación de todo pero la educación no suprime lo invariable de la moral? En un mundo infinitamente maleable, donde todos dejamos una marca pese a quien le pese, ¿como le enseñamos a los chicos a jugar con plastilina en lo conceptual, dandolés piedras en lo concreto?
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