domingo, 29 de noviembre de 2015

En el espejo de sus ojos encontrar el que fuiste sin saberlo...

La sensación de ver a quien fue elegido como amante mirando hacia otro lado. El sentimiento de enorme tristeza, de golpe duro y seco, el amarre de las tripas tensándose. Yace ahí, ya sin mí, libre para reencontrarme en cualquier esquina y proferir un devastador 'hola'. Lo único aun mas doloroso que este silencio que nos separa sería que un día el mismo se quiebre, que un día la distancia desfallezca, que nuestra esquina nos reencuentre y tengamos que honrar lo poco o mucho que nos llegamos a querer diciéndonos palabras amables (sentidas o no). El corazón se reparte en los distintos bordes del mundo que te cruzaron con otros. Solo así se explica que un buen día al darte la vuelta descubras al extraño amante que fuiste habitando lo ojos de quien, poco o mucho, te deseó.

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