domingo, 5 de febrero de 2017

No puedo evitar sentir, una vez cada tanto, ese vacío amargo en la garganta. Y bueno, no tengo tanta chance de olvidarme y pasar a otro tema. Me atraganta la ausencia de todo lo que haciamos. Extraño hasta la alergia que me reventaba. Eso y probar morrones crudos. Y qué me importa si lees. Qué me importa si igual nunca lees. O si lees te haces el sota, te escurris, no te haces cargo pero aca estaré siempre para recordarte que este dolor lo dejó tu amor y tu cobardia, mezclados con mis demandas y mis eternos esperarte que duraban demas... que duran demás, si, porque aún te espero en ese sueño tonto que me inventé donde me amas y dormimos abrazados porque te gusta mi calor por las noches. Nunca dormi mejor que entre tus brazos... ni siquiera en la cama del otro hombre más importante de mi vida.

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