Me encanta como me río hoy en día. Voy en el subte, voy en la calle, voy en colectivo, estoy en casa, en la escalera, en el ascensor, en clase, en la cama, en la ducha, en la alcoba, en la cocina, comiendo, estudiando, resumiendo... y me río. Me río sinceramente, me río sin tapujos, sin miedo a quedar como un loco frente a la gente que pasa cerca mio, sin miedo al ridículo. Río con el alma, río felizmente, sin preocupaciones. Me río solo, me río acompañado, genero risas y no me resisto a que me las genere un otro. Río con sonido, de callado, a carcajada limpia o en silencio y para mi. Me río de mi, me río de algo gracioso, me río con otros, me río de otros, me río de recuerdos. Río, constantemente.
Y si de tanto reír, mi vida se convierte en una comedia... pues bienvenida la comedia, la risa y sus promesas de finales felices.
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