lunes, 4 de abril de 2011

Dejar de pensar...

Hoy voy a hablar de vos, que no sos un vos, no sos solo ni sola, sos muchos y mucho para mi, pero a veces poco en inteligencia, poco en corazón. Hoy voy a hablar de vos porque me revolotea en la cabeza una historia que me contaron sobre algo que dijiste de mi, ¡que común! ¡que vulgar! Eso desencadeno un poco de bronca y por ahí si lo escribo, si te lo digo acá donde no escuchas tal vez me genere varios "bienes" simultáneos. Uno es que me lo saco de encima, aunque solo sea parcialmente; lo saco, lo expulso, lo agredo hasta que se va de mi y de mis venas, de mi mente y mis ideas, de mi ser. Lo echo de acá porque acá no pertenece, porque acá no lo quiero. El segundo beneficio tal vez sea que cuando uno dice las cosas allá donde no las escuchan los otros, esta mas cerca (cada vez mas) de gritárselas en la cara que si uno se quedara callado, inmóvil, sufriendo. Y, ¿sabes que? Yo quiero estar un pasito mas cerca de gritarte mañana que odio que me hagas lo que haces, que digas lo que decís.
Hoy quiero decir algo que ya dije de forma mas poética, de forma mas bella. Algo que no es bello pero embellecí. Algo que me duele, pero lo vestí de orquídea para sufrirlo menos (aunque no funcionara). Mil veces me dije que no querés saber de mi por genuino interés sino que querés saber de mi para manipularme, para manipular esa información, para saber por el simple hecho de saber y no porque te importe. Crees conocerme mucho, crees saber todo de mi, repetís hasta el cansancio que nos divide una linea invisible de experiencia (invisible por no decir inexistente) y hoy, ese argumento te jugo en contra. Crees saber, crees que me tenes delimitado y te perdés de sorprenderte con lo que no te muestro. Estas tan concentrada en que te diga todos esos secretos que no te digo, tan concentrada en la oscuridad que no conoces (y por eso no sabes que no es para nada oscura) que haces inferencias irritantes sobre lo que puede esconder la cortina; y te perdés de disfrutarme. ¿Sabes que? JODETE
Tan seguro estas de que sabes quien soy y con quien soy; tan inteligente te crees que olvidas que soy joven y que de un día para otro puedo mostrar caras que nunca viste. A diferencia tuya, yo todavía no termine de definir lo que quiero y lo que soy. Te reís de los otros que te plantean que soy distinto de como me ves y te perdés para siempre de lo que no ves. Tus propias acciones, esas que perpetras para estar cada vez mas dentro mio y mas cerca de lo que no muestro que sólito vas alejándote de esta cortina, de este lugar que yo escondo a los voraces de información, y no a los sinceros amigos.
Tal vez debas bajarte de ese pedestal de inteligencia en el que te crees subida... se te escapa que soy psicoanalista. Soy psicoanalista, mi vida, soy psicoanalista. Soy donde no pienso y pienso donde no soy. Estando con vos siempre pienso, siempre elaboro. Elaboro para no enojarme y mandarte a la mierda. Hoy paso algo que tal vez siga pasando, y cada vez con mas frecuencia. Hoy no tuve tiempo para pensar lo que dijiste como si supieras como yo voy a reaccionar a cada situación. Hoy no pude elaborar porque algo me invadió primero. Me invadió primero la bronca, la bronca me tomo de sopetón y no la pude controlar. Me enojé antes de poder evitarlo y de ahí es que todo esto me nace, de esa bronca.

Ahora ya está afuera, y me siento mejor. Pronto, quiero que sepas, en vez de esto sera un grito en una mesa, un grito que pide el lugar que le negás siempre. Pronto, muy pronto... voy a dejarme sentir y a dejar de pensar...

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