¿Cuándo te enojaste tanto?
Hace algún tiempo sucedió que alguien intento enseñarme a manejar. Hace bastante. Papá. Pero el grita. Siempre grita cuando no sabe. A veces yo hago lo mismo. En ese momento, mientras gritaba por alguna cosa yo, en el lugar del conductor, pisé el freno y me bajé. Después de comer bastante tierra y con el apuro que me imprimió mi temor a que me dejara ahí me subí y le ordené que me lleve a casa. No se qué le habrá dicho a mamá pero no volvimos a hablar de eso nosotros dos. Nosotros no sabemos hablar de nuestros desencuentros. Yo me enmudezco y me dan dolores de panza, el grita y asi vamos.
Muchas veces, a partir de esto, le puse frenos. El punto es que siempre me subí de nuevo y me dejé llevar de nuevo por él. Siempre llegué a donde quiso y sobre la recta final me asusté de desencontrarme conmigo. Entonces, escándalo. Grito. Reclamo la conducción perdida. A veces sucede que siempre fue mia, con o sin auto.
Ayer fue demasiado. No te frené mientras gristaste. No enmudecí pero me callé la boca. A veces cuando no podemos hablar del desencuentro me asusto. No sé cuando pasó que te enojaste así.